Entrados ya en la precampaña de las Municipales en líneas generales, cabe decir que los gobiernos locales afrontan un nuevo proceso electoral con la celebración de esta octava convocatoria de elecciones municipales que tendrá lugar el próximo 27 de mayo, desde que en 1979 se constituyeran los primeros ayuntamientos.

A lo largo de estos años de democracia y de política municipal se ha realizado un esfuerzo de consolidación del más largo periodo de estabilidad democrática desarrollado en nuestro país y se ha demostrado con su entrega, y su honestidad, la nobleza de los valores de la convivencia, la tolerancia y de la integración.

Pero los tiempos han cambiado y la realidad es distinta. Los gobierno locales afrontan una nueva convocatoria electoral basada en otras variables políticas, sociales y económicas que van a ser decisivas tener muy en cuenta de cara al futuro. Muchos son los retos que debemos abordar, pero permitirme que hoy me centre en especial en dos de ellos.

En primer lugar, creo que ha llegado el momento de configurar un nuevo marco normativo, acorde con los tiempos que vivimos, que reconozca a la Administración Local las competencias que le son propias, entre ellas las que ejerce, pese a no estar reconocidas como tales y que no son otras que las emanadas del principio de autonomía política que le otorga la Constitución. Esto forma parte de una reivindicación política legítima que ya han venido realizando los ayuntamientos desde hace algunos años y que también es una necesidad social dado que la realidad del entorno obliga cada vez más a los ayuntamientos a dar respuestas a los nuevos problemas que demanda la sociedad.

En este sentido, la nueva Ley Básica del Gobierno y la Administración Local que se está trabajando servirá para sentar las bases de autonomía y suficiencia financiera que necesitan los ayuntamientos para disponer de los recursos apropiados para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos/as y atender así, los nuevos retos que se nos presentan. Esperemos que su aprobación no se demore más allá de finales de este año.

En segundo lugar, como otro de los grandes temas que se deben tener en cuenta en la negociación política entre partidos, es la necesidad de alcanzar un amplio acuerdo político y territorial, de carácter global que es simultáneo al proceso autonómico que se está librando en Cataluña y en otras CCAA que permita a las Entidades Locales ocupar el lugar que les corresponde en el tejido organizativo, institucional y competencial dentro de la estructura del Estado español. El objetivo es establecer una articulación adecuada entre los diferentes niveles territoriales de gobierno, con el propósito de establecer unas relaciones intergubernamentales en condiciones de igualdad.

Espero y confío que el debate político en el marco de estas elecciones municipales gire entorno a estos y otros temas de interés y no queden difuminados por otras cuestiones que aunque también son importantes en esta ocasión, deben quedar en un segundo plano.